Conscientes de las reticencias de muchos consumidores a comprar online por no poder probarse una prenda o tocar un producto antes de realizar una compra, una marca online de zapatos para hombre ha revolucionado el concepto de showrooming y ha decidido ofrecer un curioso servicio: abrir una “Guide Shop” (tienda guía) donde el cliente puede mirar, tocar y probarse todos sus zapatos pero no comprar.
La nueva tienda de Jack Erwin en Tribeca, un barrio de Manhattan, es sin duda una tienda muy particular. En ella no hay inventario ni cajas registradoras, sólo sus 15 modelos de zapatos perfectamente expuestos para que los clientes los miren y remiren, los toquen y se los prueben. Pero hasta ahí podrán llegar, si están interesados en un par de zapatos deberán dirigirse a la tienda online de la marca para finalizar la compra. Para ello, el propio establecimiento tiene a su disposición un ordenador que facilita el proceso.
El objetivo es acercar el producto y la marca a los clientes finales, conseguir que se sientan cómodos con ella y facilitar esa relación offline-online de una forma original. Por tanto, en vez de tienda, podríamos definirla mejor como un fitting room (probador), showroom o “guide shop” (tienda guía) sobre lo que pueden encontrarse después en la tienda online de la marca.
Una inteligente forma de mejorar el vínculo cliente-marca, facilitar la decisión de compra y favorecer la satisfacción del cliente antes de la compra.
Hace unos meses conocimos un caso similar pero con un servicio de un comercio tradicional: Uniqlo permitió probar su nueva línea de ropa fuera la tienda antes de probarla.