En Suecia existe un pequeño supermercado local 24 horas que llama la atención porque para hacer la compra sólo se necesita el teléfono móvil. El dueño del establecimiento busca de esta forma satisfacer las necesidades que surgen a última hora cuando los establecimientos ya están cerrados y hacer más competitivos a los pequeños comercios frente a las grandes cadenas, ofreciendo un servicio cómodo, rápido y diferenciado.
El establecimiento está en la localidad de Viken y su apertura surgió, como suele pasar en muchos casos, tras un momento de necesidad. Robert Llijason necesitaba con urgencia comida para su bebé y tuvo que conducir más de 20 kilómetros hasta dar con un supermercado abierto. Fue entonces cuando, motivado también por sus conocimientos en tecnología informática, comenzó a darle vueltas a la idea de rescatar el modelo de los pequeños negocios ya desaparecidos en localidades de menos habitantes, y abrir un establecimiento 24 horas pero en el que no hubiese necesidad de tener contratado a nadie para hacer el turno de noche.
Así nació Naraffar, esta peculiar tienda a la que sólo se puede acceder una vez te descargas su app y te das de alta en el servicio (con los datos personales). Y es que tener móvil es un requisito primordial para hacer la compra en este establecimiento. Al no haber empleados, con él puedes desde desbloquear la puerta de entrada hasta escanear y pagar los productos que se desean adquirir.
El establecimiento cuenta con productos básicos como leche, pan, azúcar, comida enlatada, pañales y más productos que pueden encontrarse en comercios de proximidad. A finales de mes la aplicación genera una factura para el usuario que es cargada a su cuenta.
La tienda es totalmente autónoma, Robert sólo se encarga de reabastecer las baldas, y está especialmente pensada para la noche. En ese sentido, la seguridad es muy importante y hay instaladas 6 cámaras. El sistema de seguridad es muy preciso e incluso avisa si la puerta principal está abierta durante más de 8 segundos o si alguien trata de forzar la cerradura. Es más, para identificar a los clientes se utiliza una identificación bancaria (BankID) que usan las sucursales suecas, así sólo pueden entrar personas que no tienen antecedentes de problemas de dinero.
Este curioso concepto de establecimiento ha nacido en un país que se ha acogido muy bien a las compras móviles. Según el The New York Times, el servicio sueco de pagos móviles MyWallet tuvo 1,2 millones de usuarios el año pasado, lo que significa que el 20% de la población usa Smartphone.
Desde que se ha abierto está siendo todo un éxito y todavía no ha habido ningún problema. La única barrera con la que se ha encontrado Robert es el hecho de no llegar a las personas no acostumbradas a las nuevas tecnologías. Por eso, trabaja para que manejar la aplicación sea cada vez más sencillo, y no descarta que haya una persona durante unas horas del día para explicar cómo funciona el servicio.
Como él mismo indica, su objetivo es traer las pequeñas tiendas a las comunidades de Suecia, que en los últimos años han sido absorbidas por las grandes cadenas, consiguiendo que sean más competitivos, especialmente en una franja horaria en la que hay menos oferta.
Otro de los éxitos del negocio es que atiende a la demanda de los usuarios, puesto que éstos pueden indicar en la app qué productos echan en falta en el establecimiento.
No sabemos cómo de lejos llegará este concepto de establecimiento, pero nos parece una interesante idea como fórmula para competir contra el siempre disponible e-commerce y diferenciarse complementando el servicio satisfaciendo las necesidades de los clientes en franjas horarias de baja oferta. Estaremos atentos de su evolución.