Agradable y simpático, Pepper es mucho más que un robot, es un verdadero compañero humanoide creado para comunicarse con el público de manera natural e intuitiva a través de sus movimientos corporales y su voz. Se trata del primer robot humanoide capaz de reconocer las principales emociones humanas y adaptar su comportamiento al estado de ánimo de su interlocutor.
De hecho, Pepper ama interactuar con su público, quiere aprender más acerca de sus gustos y hábitos. Puede reconocer caras, hablar, oír y moverse de forma autónoma. Sobre la base de la voz del interlocutor, la expresión de su cara, sus movimientos corporales y las palabras que usa, interpretará su emoción y ofrecerá el contenido adecuado. También responderá al estado de ánimo del momento, adecuando el color de sus ojos o su tono de voz.
Además, también se puede personalizar mediante la descarga de aplicaciones que incrementan sus funciones: danza, juega, aprende o incluso chatea en otro idioma. Pepper se adapta a ti.
A continuación os mostramos tres usos concretos que está tendiendo en Japón:
Se ha convertido en el primer robot humanoide adoptable por los hogares nipones.
Un gran grupo bancario ha elegido a Pepper para informar a sus clientes en diferentes idiomas en sus sucursales. Hasta la fecha, más de 140 tiendas japonesas de Softbank Mobile están utilizando Pepper como una nueva forma de dar la bienvenida, informar y entretener a sus clientes. El que más interactúe con Pepper, más puntos y aplicaciones exclusivas ganará.
Por último, Nestlé lo utiliza en más de 1.000 puntos de venta de Nescafé en la isla asiática para informar a sus clientes acerca de sus diferentes productos de una manera divertida.
Está claro que éste es el futuro, y si bien los robots precisan todavía de cierta presencia humana para supervisarlos, estos están programados para tener un margen de error inferior al humano.