Los escaparates y área de exposición interiores son desde hace un tiempo, algo más que espacios para exponer los productos en venta. Son obras de arte, son mensajes para la sociedad, son oportunidades para cambiar de identidad y de visión.
El escaparatismo es más que una labor dentro del comercio, es casi una ciencia que tiene como objetivo atraer y sorprender a los clientes con diseño, creatividad e innovación.
Aquí mostramos algunos de los escaparates y espacios interiores que más nos han llamado al atención por diferentes motivos.
Anya Hindmarch (Londres)
Este comercio de bolsos de lujo ha aprovechado su nombre y las fechas (LFW) para crear conciencia en relación a la cantidad de plástico que usamos y desechamos. Con esta acción Anya Hindmarch quiere dar a conocer su colección de bolsos “plastic-free” y su apoyo a esta causa medioambiental.
Claus Porto (Nueva York)
El interior es un callejón con una estructura arrugada independiente que alberga sus productos al proporcionar repisas para los artículos. El diseño abovedado representa los portales arqueados de la estación de tren de São Bento en Oporto para resaltar el patrimonio de la marca dentro de la tienda.
En (Paris)
El spa de belleza japonés de París ha diseñado un interior que recuerda a las ceremonias japonesas del té y a las bodegas francesas. Ocupando un edificio del siglo XVIII, el espacio se asemeja a una bodega con ladrillos a la vista y accesorios de oro que lo hacen histórico, bello y elegante al mismo tiempo.
Gentle Monster (Shanghai)
Gentle Monster, la famosa casa de accesorios y gafas de sol asiática, es conocida por sus llamativas pantallas y experiencias multisensoriales que trascienden el diseño minorista tradicional. Su última “obra de arte” llamada Mobitecture presenta una serie de habitaciones únicas que incluyen criaturas escultóricas tejidas, montones de tierra, botes de madera y piezas de equipamiento tecnológico que quieren representar un mundo en búsqueda de sentido y esperanza.
Louis Vuitton (New York)
La casa de lujo Louis Vuitton asociado con el director artístico Virgil Abloh ha creado toda una experiencia verde neón en Nueva York. La idea es que el cliente crea/sienta que el establecimiento ha sido rociado con una lata de pintura verde neón en su totalidad. La experiencia “verde” comienza en el exterior y continua en el interior. Una experiencia de compra muy diferente e innovadora a lo que cualquier cliente esperaría encontrar en un establecimiento de lujo. Buscan sorprender y lo consiguen.